¿Nunca has sentido esa sensación?
Esa sensación de felicidad infinita cuando la ves...
Esa sensación de poder volar cuando te habla...
Esa sensación de poder tocar las nubes cuando estas junto a ella...
Esa sensación de que sabes que tarde o temprano vas a dejar de verla y te pones tan triste....
Sientes que la pierdes y que no puedes hacer nada por remediarlo. Sientes una gran impotencia.
Y es que ella es unos 20 años mayor que tú y tú solo eres una simple adolescente con una mierda de vida que pende de un hilo, y quien lo está sosteniendo es ella.
Ella no lo sabe pero tú la quieres más que a tu propia vida. Darías lo que fuera por estar solo una hora con ella.
Es tan triste que entre vosotras haya una barrera que impide cualquier tipo de relación...
Es taaan horrible ver como abraza a ese chico...
Es tan triste que solo puedas verla 1 hora o a veces hasta unos pocos minutos..
Pero en esos minutos eres tan feliz que no piensas en el futuro, en la edad, en las barreras.. en nada.
La miras a lo lejos con cara de alelada. Sonriendo. Y ella te devuelve la sonrisa. Y entonces sientes ser Dios.
Y es que no te importa nadie más. Solo ella.
Piensas en ella a todas horas. No te la puedes sacar de la cabeza.
Sus ojos negros. Su mirada tan misteriosa como de costumbre. Sus labios. Su lunar en el labio superior. Su pequeña nariz tan graciosa. Su pelo alborotado y su manera de peinarselo. Sus gestos. Su forma de hablar. Su encantadora sonrisa. Sus calcetines tan infantiles. Sus pantalones ajustados y su jersey ancho. Su forma de caminar. Su manera de fumar. Sus locuras. Su forma de ser, a veces tan infantil...ELLA. Simplemente ella. Es perfecta tal y como es.
Te preguntan que como te pudiste fijar en ella y siempre contestas lo mismo. “Me ha conquistado solo con su carita de ángel.”
A veces lloras. Lloras muchísimo. Por ella. Porque no la puedes ver tanto como desearías. Porque no le puedes decir lo que sientes. Porque para ella no eres nada. Porque no sabes como va a reaccionar si se lo confesaras. Porque tú eres insignificante para ella.
Amas encontrarte con ella. Y es que solo con ver su graciosa forma de andar cargada de libros y de su bolso te hace sonreír.
La gente no lo entiende, pero tú sabes lo que sientes. Sientes que le quieres pero no debes. Sientes que el tiempo corre y cada vez queda menos para vuestra despedida.
Solo con pensarlo te pones a llorar. Porque ella es mucho para ti. Aunque no se lo puedas decir. Aunque tengas que estar escondiendo tus sentimientos.
Pero a veces es cruel contigo. Y no conscientemente. Solo con oírle decir que ha estado hablando con ese chico.
Te hiere cuando no confía en ti. Cuando no te cree. Cuando se enfada contigo. Cuando no se percata de que existes. Cuando presta más atención a una tontería que a ti. Y no es que quieras ser el centro de atención. Solo quieres mirarla y que ella te mire a ti. Sentirte querida. Aunque solo sea por un puto perro. Aunque solo sea por un momento.
Sentir sus brazos rodeándote. Sentir como te besa en la mejilla. Sentir como te sonríe cómplice. Sentir como a veces le importas.
Pero todo tiene un final. Y aunque a veces buscas adelantarlo, piensas en ella y dejas de intentarlo. Dejas de acortar tu vida.
Ya solo me queda esconderme tras mis lágrimas y tras estas líneas. Ocultando cuanto te quiero.
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